‘Dune’ cuando a David Lynch se le podía entender aunque viajara por el espacio usando telepatía

‘Dune’ cuando a David Lynch se le podía entender aunque viajara por el espacio usando telepatía

El Universo de Dune incluye contenido político, científico y social. Se lo inventó Frank Herbert y le dio tiempo a hacer seis novelas de ciencia ficción. La primera fue Dune, publicada en el año 1965, y en 1984 la adaptó David Lynch en una película inmortal. Recientemente Denis Villeneuve las ha visitado de nuevo con tremendo éxito. Y además, gracias a haberlas visto, he podido entender la adaptación de David Lynch que, en ocasiones, acelera mucho y en otras se recrea en las imágenes que va creando.

En el año 1985, supongo que sería ese año, estuve en la edición de SIMO, cuando todavía era Salón internacional del mobiliario de oficina, aunque ya entraba la tecnología en juego, se ofreció un pase de Dune en una sala. No recuerdo más que se oía y se veía fatal y aquello hizo que la película nunca la terminase de entender. Sin embargo, ahora, tantos años después y recién fallecido David Lynch, la he vuelto a ver, o visto por primera vez, y la película está muy bien y aguanta estupendamente el paso del tiempo.

La trama, insisto, después de ver la adaptación de Villeneuve, es más fácil de seguir. Presenta al hijo del duque que se anima tanto que llega a liderar a los guerreros del desierto, los fremen, contra el emperador galáctico y la malvada némesis de su padre para liberar su mundo desértico del dominio del emperador. Hay muchos personajes fascinantes en Dune y en la película se muestran correctamente. Arrakis es el nombre del planeta aunque también se utiliza Dune que, además, es más atractivo aunque Arrakis también tiene su tirón.

Los fremen habitan el planeta Arrakis desde tiempos remotos y viven en un desierto profundo en el que son capaces de sobrevivir aprovechando la ciencia al máximo. En sus tierras se explota la especia, que es un mcguffin total en la película. La clave es que Paul Atreides, al que daban por muerto, sobrevive y es ayudado por los fremen que ven en él a una especie de Mesías. Es capaz de aglutinar la tradición familiar del padre y de la madre y será capaz, al menos aquí termina así, de derrocar al emperador antes de seguir expandiéndose por el Universo.

A Paul Atreides se le identifca también como Muad’Dib y se consolida como líder supremo de los Fremen. A su disposición se ponen guerreros de élite, una guardia personal, que luce igual que los demás Fremen aunque con unas marcas de sangre roja seca que, en las imágenes, son impactantes.

El reparto es estupendo y equilibrado. Aunque los efectos especiales no son demasiado brillantes y con el paso del tiempo quedan desfasados son suficientes para la época. El mcguffin extraordinario, que es la especia, se consigue en un planeta desértico con enormes máquinas y escasos recursos humanos que, además, están siempre amenazados por gusanos gigantescos y naves espaciales que viajan por el Universo doblando el tiempo.

El actor que hace de Paul Atreidis es Kyle MacLachlan aunque hay otro actor fetiche de David Lynch que es Brad Dourif, aquí interpreta a Piter De Vries que, también, hace de malísimo a las órdenes del Barón. Un personaje que vuela y que da mucha grima en los planos cortos.

El Emperador parece salido de Flash Gordon. La que tiene un papel muy pequeño y ya había hecho películas de éxito, era Sean Young. Es Chani, la novia de Paul Atreidis, que aparece brevemente aunque es un gran apoyo para el guerrero espacial. También aparece la hermana de Paul Atreidis al final de la película echándole una charla al emperador. La niña, que era entonces, es la actriz Alicia Witt a la que acabamos de ver como madre de Maika Monroe en Longlegs.

La película está muy bonita y aunque los efectos espaciales han quedado más que superados, lo cierto es que a David Lynch todavía se le podía seguir y no se da ningún cabezazo. El director todavía generaba frases visuales con sujeto – verbo – predicado y se entendía muy bien.

Más información | imdb

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