En Draft day lo que más luce es la competitividad americana y la capacidad que tienen sus habitantes para comprar y vender cualquier cosa y, además, negociar con ello. Es como un Monopoly pero a lo bestia, en tiempo real y caiga quién caiga. No hay tregua y tampoco hay vencedores y vencidos porque siempre se puede seguir negociando hasta el infinito. Aquí se compran y venden jugadores de fútbol americano a la velocidad de la luz el mismo día en el que se decide la carrera de los jugadores que han triunfado en la universidad.
Los mejores de los mejores en las posiciones más relevantes a sus capacidades están en el escaparate para ser comprados y vendidos en un espectáculo ¡televisado claro! Y los equipos tienen que estar atentos porque la selección de un jugador es tan importante que puede hacer que el equipo juegue la Super Bowl, lo más de lo más que, también se televisa por todo el mundo aunque sólo unos privilegiados lo verán en directo mientras comen, todo lo que esté a su alcance, beben y disfrutan como si les fuese la vida en ello.

El mejor personaje de la película es el que interpreta Frank Langella. Es temible. Es el que te da las pautas para saber dónde quiere tener al equipo. Y al director deportivo le marca el camino con que quiere un splash como el que se consigue en una montaña rusa de agua. Además es el gestor de la franquicia así que mientras va volando de un lado a otro está pendiente de la venta de camisetas, de las hamburguesas, de la televisión y su principal objetivo es conseguir que el público disfrute. Y ganar dinero, claro, porque el dinero es el combustible de todo este engranaje.
El objetivo es tener un jugador ganador. Y el director, que es Kevin Costner, tiene su apuesta desde que empieza la película. Se lo guarda en un papel y, hay que estar atento, de repente lo lee su novia, y madre de su hijo, cuando se le cae del bolsillo. Y ahí te das cuenta de la importancia que tiene tener una idea, aguantarla hasta el final y de negociar todo lo que sea necesario para conseguir el objetivo.
La película muestra cómo se trabaja desde dentro del equipo. Se pueden seguir las historias de las cifras necesarias para conseguir el objetivo, el tope salarial, que no lo entiendo aunque parece que tiene que ver con el número de jugadores que cobran la cantidad suficiente dentro de unos límites. Así que si quieres al mejor, y pagarlo, tendrás que mantener también a los que tienes. Además los contratos publicitarios, la gestión comercial, y cómo organizar el estadio en los días de partido. Y todo se vende y se compra, incluidas los órdenes para comprar y vender el día del Draft, y ahí, el director deportivo, se maneja estupendamente.

Kevin Costner es Sonny Weaver Jr. cuyo padre fue el entrenador previo. Él ya era el director y el padre el entrenador. No se termina de entender aunque parece que el padre no le dejaba dirigir como él quería y por eso, cuando muere el padre, el siente que tiene espacio para conquistar sus deseos y pasiones.
La chica es Jennifer Garner, Ali, que quiere a Sonny y que, además, espera un hijo suyo. Junto a la madre y el recuerdo del padre la trama avanza también ¡todo en el mismo día! para complicarle más la vida a Sonny. Así que empieza desayunando y renunciando a la primera posición, continúa con el jefe escuchando su charla de la montaña rusa acuática, también salía de casa enfadado con Ali. Y cuando llega a las oficinas del estadio tiene que lidiar con el entrenador que le dice que su mujer era feliz en Dallas y que Cleveland no le gusta. Además aparece la madre que quiere hacer un funeral. Es demasiado para Sonny que, sin embargo, se mantiene fresco en el final y consigue su propósito.

Draft day es una noria permanente de entretenimiento, de sentimientos, de pasiones sin opción al cabezazo. Y todo con el deporte como excusa. Se aprende que la defensa no es ganadora y que lo diferencial es el ataque, aunque Sonny no piensa lo mismo. Y eso que tiene el ADN de ganar y vencer siempre mientras compra y vende a toda velocidad.
Más información | imdb
Sigue la conversación en @elepesypelis
‘Ciento volando’ presenta el trabajo de Eduardo Chillida quitando lo malo y encontrando el espacio
‘Begin again’ es una película de cómo empiezan en la industria musical un productor y una cantante
‘Deprisa, deprisa’ es el cine social de la transición española que retrató Carlos Saura
Lou Reed y su visión de la ciudad de New York hace 30 años
‘Remando al viento’ y el romanticismo que llegó del frío con Hugh Grant creando mitos