‘Anora’ y la influencia del cine de Jesús Franco y Soledad Miranda en el director Sean Baker

‘Anora’ y la influencia del cine de Jesús Franco y Soledad Miranda en el director Sean Baker

Al terminar la película de Anora, que me costó mucho llegar al final, aparecen, en los títulos de crédito, agradecimientos, del director Sean Baker, a Jesús Franco y a Soledad Miranda. Él fue el prototipo de director español que empezó haciendo cine ¡hasta interpretando! de forma autodidacta y artesanal y acabó rodando películas clasificadas de dos rombos o más, de los que había en la época. Ella era una de sus actrices que, lamentablemente, murió muy joven, con 27 años, en un accidente de tráfico en Portugal.

La bufanda que porta el personaje de Anora, ella prefiere que le llamen Ani, es una referencia a Soledad Miranda que, parece, Sean Baker ha visto en la película de la actriz. Creo que es Las Vampiras que en la edición internacional ¡ay las cosas de la censura! se llamaba Vampyros Lesbos.

Si hay que hablar de Anora sólo se puede decir que es una película que te echa muy pronto y a la que le cuesta ganarse la atención. ¡Increíble el número de premios que ha recibido!

Lo que se muestra es vacío, repetitivo, cansino y con una dosis de moralina mucho peor que las que hacía Jesús Franco antes de desmelenarse definitivamente. Quizá Sean Baker puede adaptarse a si mismo y hacer una versión más loca de Anora, porque ésta es aburrida y previsible.

La película me echó fuera muy pronto y durante un tiempo me olvidé de ella. Un día me entraron ganas de saber qué le pasaba a la Ani, que había dado un braguetazo de los que hacen época ¡aunque te dirán, los woke, que contra su voluntad y no se qué más absurdeces! El caso es que la película se vuelve peor porque Ani descubre que su mundo ideal no existe y que no puede olvidar sus orígenes y su esencia. Y es que la escena final, con el ofrecimiento gratuito al guardaespaldas ya no sé cómo los woke la pueden justificar.

Quizá el personaje más interesante es el padre del joven. Es al que quería ver, cómo iba a reaccionar al ver al niñato de su hijo. Y no puede ser más lamentable su contribución a la escena. Su papel queda desdibujado y es la mujer la que parece que lleva las riendas. Lo cual parece absurdo aunque la película ya ha dado tantos giros que no sabes dónde estás.

El niño es idiota e infantil, se sabe desde el principio. Por eso es todavía más lamentable la actitud de Ani ante la situación. El momento en el que se queda sola con los guardaespaldas es como si Sean Baker le hubiera dicho a alguna herramienta de inteligencia artificial que le preparase un diálogo, a los Tarantino, con gritos y peleas, en las que, ante la ausencia del niño caprichoso, ella empieza a ser consciente de que su vida es la que es y no puede ser otra. Y además no sabe negociar, ¿en serio acepta 10.000 dólares? ¡Si el chaval le pagaba solo éso por un día!

Así que Anora es una… efectivamente. Lo mires como lo mires acaba siendo éso. Y su comportamiento, por mucho que los voceros de lo woke intenten decir otra cosa, es de una prostituta de pago que se hace ilusiones con el niñato ruso y a la que ¡le cuesta! aceptar que es un juguete en una maquinaria de poder y dinero en manos rusas ¡en los Estados Unidos! Qué cosas hay que ver.

Así que se pueden dar múltiples cabezazos viendo la película, en mi caso me echó a los diez minutos y me costó mucho aguantar hasta la primera media hora. Volver a intentarlo tenía sólo el interés de ver al padre del novio, que al final era la madre la que dominaba, y en la que, una vez vista, le sobran minutos y minutos en los que Ani sólo pelea, grita o se retuerce ante las acometidas de los guardaespaldas mientras, se va dando cuenta, de que su marido es un imbécil. Pero bueno, éso es lo que quieren los woke, que los hombres seamos idiotas. Aquí se retrata estupendamente, no hay ninguno que se libre de serlo.

Más información | Anora

Sigue la conversación en @elepesypelis

Entrada anterior ‘The blind side’ con Sandra Bullock rubia y cambiando la vida del protegido Michael Oher
Entrada siguiente Gregory Porter en el Royal Albert Hal de Londres: ‘Be optimistic about love’

Recent Post

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies